jueves, 7 de julio de 2011

Los Halcones de Fuego

La historia de los Halcones de Fuego está llena de tragedia y pérdida ..

Nombre del Capítulo: Halcones de Fuego
Fundación: 21ª (la llamada Fundación Maldita) [M.36]
Mundo natal: Opera desde una flota. Anteriormente Cousteau IX (convertido en inhabitable), anteriormente Zhoros (destruido).
Fortaleza-Monasterio: Fortaleza Estelar Raptorus Rex.
Semilla genética: Ultramarines (no comprobado)
Descendentes conocidos: Ninguno reclamado o reconocido.

“Quemadlos a todos, que el Dios Emperador reconocerá a los suyos”, Stibor Lazaerek, Señor del Capítulo de los Halcones de Fuego, durante el bombardeo incendiario de Sacristan.

CREACIÓN

Los Halcones de Fuego, es un capítulo sucesor de los Ultramarines, fue creada durante el milenio 36 en epoca conocida como la fundacion maldita.

Estableciron su monasterio-fortaleza y base de operaciones en el mundo de Cousteau XI dentro del Sistema Zhoros. El sistema estuvo en guerra durante la era de la apostasía y muchos de los planetas cercanos fueron destruidos mediante bombardeos de tipo de origen virico exterminatus , Cousteau XI no fue la excepción.

El capítulo se reconstruyó durante los siguientes 200 años, adaptandose a moverse junto a la flota del capitulo junto nueva fortaleza-monasterio movil la Rapturous Rex. Tiene una distinguida historia de éxito campo de batalla junto a sus hermanos Astartes, entre los templarios Negros, Puños imperiales o los Bebedores de Almas, por citar algunos.

El capítulo se hizo célebre durante la Guerra Badab, los cuales fueron objetivo de ataque por parte de los Guerreros Mantis en 904.M41.

COLORES DE CAPITULO

Se trata de un Capítulo de Marines Espaciales cuyo nombre ha sido durante mucho tiempo sinónimo de devastación e ira. La historia del Capítulo de Adeptus Astartes de los Halcones de Fuego es sombría, y el triste final del Capítulo sigue siendo incierto y objeto de oscuros rumores hasta la fecha. Su historia es testigo de sonadas victorias, sangrientas hazañas y terribles reveses; es uno de los pocos Capítulos de los que se tiene conocimiento que haya sobrevivido a las destrucción de dos mundos natales, y se han visto varias veces al borde de la extinción, sólo para resurgir de nuevo de sus cenizas.

Se encuentran registrados en varias fuentes clasificadas como pertenecientes a la Vigésima Primera Fundación (la llamada Fundación Maldita) del M.36, y el Capítulo siempre ha sostenido que proceden de la famosa semilla genética de los Ultramarines, aunque algunos defectos y variantes en las muestras conservadas en los archivos del Adeptus Terra apuntan en contra, y los Señores de Macragge nunca han reconocido públicamente su descendencia.

Independientemente de su linaje real, los Halcones de Fuego, tanto en organización como en estructura, siempre han seguido el Codex Astartes sólo en líneas generales, y algunas veces otros Capítulos que se adhieren a él al pie de la letra han mostrado cierta desconfianza hacia ellos. Los Halcones de Fuego también se caracterizan por ser notoriamente estrictos seguidores del Culto Imperial, creyendo en la divinidad del Emperador y en el derecho divino de la Humanidad de dominar las estrellas.

Hasta tal punto alcanzaba el fervor de su fe que se vieron profundamente involucrados en las guerras de la Era de la Apostasía, mientras que muchos otros Capítulos se mantuvieron al margen de esta despiadada guerra civil religiosa, y pagaron con sangre un tributo por sus convicciones apoyando a los Thorianos. Creen fielmente en el status quo que rige en el Imperio, y siempre han mostrado un interés particular en acabar con comandantes imperiales renegados, cardenales apóstatas y otros rebeldes, llegando muchas veces a condenar al fuego a ciudades y colonias enteras con tal de conseguir su propósito. A pesar de su manifiesta defensa del Imperio, su celo religioso y su firme determinación, hace mucho que se cierne sobre el Capítulo una sombra en forma de acusaciones, tanto de un uso excesivo de la fuerza por su parte contra poblaciones civiles, como, por parte de sus aliados, de deserción ante el enemigo.

La razón que origina esta última acusación no es la cobardía, sino en realidad su insensibilidad. En numerosas batallas se les ha visto retirar sus fuerzas en situaciones en las que sus efectivos se podrían ver innecesariamente diezmados por una guerra de desgaste, o en las que se pierde claramente una ventaja táctica para realizar un posterior contraataque devastador. Cuando esto ha ocurrido, los Halcones de Fuego siempre lo han hecho con independencia de con quienquiera que se encontraran combatiendo en ese momento, y sin que les importara en lo más mínimo la vida de los demás soldados imperiales siempre y cuando se consiguiera la victoria final.

Este manifiesto desinterés por la suerte de los demás les ha hecho verdaderamente impopulares entre sus aliados, y en una ocasión, la decisión de retirarse de lo que ellos consideraban una posición insostenible en la batalla, provocó un enfrentamiento de tres siglos con el Capítulo de los Manos de Hierro, el cual acabó únicamente con la muerte de un comandante de los Halcones de Fuego en combate singular para zanjar la disputa.

Aunque el historial bélico de los Halcones de Fuego se puede considerar ejemplar, y muchas de sus famosas victorias se pueden atribuir a su honor, también es cierto que el Capítulo goza de mejor consideración entre los Altos Señores y sus agentes que entre quienes han sido aliados suyos en el campo de batalla. Por esta razón, varios Capítulos de Marines Espaciales consideran que los Halcones de Fuego son siniestros, soberbios y cuyo hermanamiento con otros compañeros Astartes deja mucho que desear. Algunos han llegado incluso a sugerir que están corruptos por algún defecto en su semilla genética, aunque nadie se atrevería a poner en duda su efectividad en combate.

ORGANIZACIÓN

Los Halcones de Fuego formalmente siguen los dictados del Codex Astartes en cuanto a la división táctica y logística de sus tropas, con alguna ligera variación de insignias y cadena de mando en cuanto a uso y estructura. Especialmente los títulos y nomenclaturas que usan los Halcones de Fuego presentan marcadas diferencias respecto del Codex.

La doctrina táctica de los Halcones de Fuego siempre se ha caracterizado por el uso de tácticas de asalto, combate cuerpo a cuerpo y, sobre todo, la aplicación brutal de una fuerza descomunal muy focalizada para aplastar al enemigo. En este aspecto, tienden a emplear unidades de asalto, y los Halcones de Fuego habitualmente despliegan la mayoría de su Primera Compañía en escuadras de Veteranos de Vanguardia en aquellas situaciones en que no resulte aconsejable el empleo de exterminadores.

Incluso sus escuadras tácticas y de devastadores prefieren trabar combate a quemarropa siempre que les es posible, y utilizan con asiduidad la armadura Mk.III “armadura de hierro”, especialmente en abordajes. De la misma manera, el Capítulo prefiere determinados modelos de Land Raider, como el Cruzado o el Redentor, así como baterías de Vindicators a campo abierto para abrir brechas en cualquier posición para de esta manera permitir a los Halcones de fuego trabarse con el enemigo.

A la inversa, los Halcones de Fuego rehúyen del uso de material defensivo siempre que pueden, despreciando la “infame” naturaleza de bombardeos prolongados o del fuego de largo alcance, por considerarlo ineficaz e inadecuado para el honor de los Astartes.

El Capítulo en su conjunto también es conocido por evitar el uso de camuflaje (incluso de los patrones permitidos por el Codex), por considerarlo “la librea de los bellacos”, por citar a uno de los primeros Señores del Capítulo, y entienden su propia librea de sangre carmesí y amarillo fuego como un signo visible para sus enemigos de la destrucción y purificación que traen sobre ellos. Entre sus rangos superiores, las calaveras y otros símbolos de supervivencia contra toda probabilidad y de desprecio por la muerte son también cada vez más comunes.

Todos los halcones de Fuego están acostumbrados a modificar su armadura con heráldica personal para reflejar sus hazañas y las batallas en las que han tomado parte. Al ser una fuerza basada en una flota, el Capítulo de los Halcones de Fuego se encuentra bien equipado, tanto de navíos de línea como de naves de escolta, y sus Compañías de Batalla se encuentran permanentemente repartidas para su despliegue entre sus naves, con sus Compañías de Reserva, teniendo la Primera Compañía y el alto mando su base en la enorme fortaleza estelar Raptorus Rex.

El considerable tamaño de esta flota también ha generado una necesidad de un número sustancialmente mayor de lo normal de siervos y servidores para cubrir las tripulaciones y llevas a cabo los cometidos de apoyo. Esta enorme fuerza humana supone un cuerpo de sirvientes obligados de los cuales los Halcones de Fuego exigen total obediencia y a quienes consideran completamente prescindibles.

HONORES DE BATALLA MÁS NOTORIOS

Las Guerras de la Apostasía (circa .738.M36)

El primer honor de batalla de los Halcones de Fuego del que existe constancia es posiblemente también el mayor. El entonces joven Capítulo se unió al frente común que formaron los Puños Imperiales, los Templarios Negros y los Bebedores de Almas, junto con la Tecnoguardia Marciana contra la corrupción y atrocidades del megalómano Goge Vandire. Lucharon con bravura en muchas grandes batallas contra las fuerzas apóstatas del loco Vandire, quien se había autoproclamado Alto Señor del Administratum y Eclesiarca.

Los Halcones de Fuego pagaron por su desafío con la pérdida de su mundo natal, Zhoros, a causa de un bombardeo termal masivo por la flota de las Fratrías Militantes, el cual destruyó la atmósfera del planeta y arrasó su superficie, dejándolo convertido en un montón de cenizas carbonizadas.

De todos modos, los Halcones de Fuego no se rindieron, y desempeñaron un papel clave en el derrocamiento de Vandire, tomando parte en el ataque sobre la Sagrada Terra que al final depuso al loco Alto Señor, así como en otros cientos de combates contra sus fanáticos. En los días que siguieron al fin del Reinado de la Sangre, los Halcones de Fuego se encontraron con que estaban hechos trizas, sin mundo natal y con un simple puñado de hermanos de batalla supervivientes, y comprendieron que les llevaría siglos volver a recuperar su fuerza original.

Se cree que fue por estas fechas cuando recibieron la Raptorus Rex, una enorme fortaleza estelar con capacidad de navegación por la Disformidad de una clase extraña incluso en los lejanos días de la Gran Cruzada, como un regalo de manos del mismísimo Sebastian Thor.

La Gran Purga Malagantina (770.M38-791.M38)

Los Halcones de Fuego son uno de los cinco Capítulos conocidos conjuntamente como los “Manus Irae”, elegidos para llevar la ira del Emperador a Sector hereje de Malagant, en el Segmentum Tempestus. [nota: Los “Fragmentos Negros” del Cardenal Bloch el Injuriado, una de las pocas fuentes disponibles sobre la Purga, indica que los “Manus Irae” eran cinco Capítulos, pero sólo nombra a tres: Los Halcones de Fuego, los Cráneos Plateados y la Guardia del Osario].

El papel detallado que desempeñaron en un episodio de la historia imperial largamente olvidado de la conciencia general, incluso de las Adepta Sororitas, sigue siendo un secreto incluso para la Inquisición, puesto que los registros se encuentran sellados en las oscuras cámaras de las Bóvedas de Celarno en la Sagrada Terra. Lo que se sabe es que los Manus Irae fueron elogiados por los Altos Señores por “no escatimar esfuerzos en dar un sangriento y temible ejemplo para los dominios de a Humanidad”.

Se cree que las muertes de esta campaña de veintiún años alcanzaron los cientos de miles de millones, a medida que mundos enteros eran pasados por la espada o purificados con letales armas víricas. Como reconocimiento, los Altos Señores de Terra concedieron en propiedad a los Halcones de Fuego el mundo feudal de Cousteau IX, aunque posteriormente algunos de los otros Capítulos les fueron rehuyendo por sus despiadadas purgas entre las poblaciones civiles.

Las Puniciones de Golgotha (varios, M.40-M.41)

Convertidos una vez más en un Capítulo basado en una flota, después de que sus segundo mundo natal se hubiera tornado inhabitable, los Halcones de Fuego tomaron sobre sí mismos un juramento sagrado de llevar a cabo diversas “puniciones” en la región de los Desechos de Golgotha. Fueron una serie de Cruzadas en esta oscura y belicosa área, trece concretamente, entre 228.M40 y 902.M41, la última inmediatamente antes de la Guerra de Badab.

Estas misiones variaron desde el uso de la totalidad del poder de la flota del Capítulo, como la guerra que acabó con la dominación xénica de la Trinidad Zharth-Omog, en la Tercera Punición, hasta el uso de un único crucero de asalto, el Estrella Asesina, el cual cazó a la Compañía Maldita de renegados de Lord Caustos, en la Décima Punición.

La última Punición de la que se tiene constancia hasta la fecha es la Decimotercera, que vio al grueso de la flota del Capítulo dividirse en tres formaciones de punta de lanza que bordearon el sur de los Desechos de Golgotha y atacaron y persiguieron cuantos objetivos encontraron en su camino, destacando la localización de la colonia perdida de la Pista de Jenkin y su destrucción mediante exterminatus, por la abominable corrupción en la que habían caído sus otrora habitantes humanos. Fue un crucero avanzado de vanguardia de esta última parte de la flota el que fue enviado a los bordes de la zona del Torbellino y cuyo posterior ataque y captura por el Capítulo de Marines Espaciales de los Guerreros Mantis desencadenaría la calamidad que les sobrevino.

DISPOSICIÓN EN LA GUERRA DE BADAB

Los Halcones de Fuego se vieron involucrados en la Guerra principalmente por las maquinaciones políticas del Sátrapa imperial Tanit Koenig, Lord Gobernador del Sector Karthago. Koenig solicitó su ayuda para investigar la desaparición de naves de Khartago en el sur galáctico de los Desechos de Golgotha. Ello desembocó en el ataque y captura de su nave de vanguardia, la Heraldo Rojo, por los Guerreros Mantis, lo cual desencadenó la Guerra de Badab en toda su furia en 904.M41.

El Capítulo de los Halcones de Fuego se vio rápida y totalmente involucrado en el conflicto, con un frente de hermanos de batalla del 86% de la fuerza total del Capítulo al comienzo de la guerra. También era notoria su extremadamente poderosa flota, la cual incluía la fortaleza estelar Raptorus Rex, dos barcazas de batalla, siete cruceros de diversas clases y más de treinta naves de escolta y aprovisionamiento. Ello suponía una fuerza naval que excedía con creces lo que cabría esperar de dos Capítulos normales juntos.

A pesar del poder de su flota, los Halcones de Fuego sufrieron terribles bajas en los primeros años de la guerra, tanto en términos de hermanos de batalla como de naves, aunque quizá esto no sea tan sorprendente teniendo en cuenta la ventaja numérica de las fuerzas secesionistas en este período.

Como el primer Capítulo leal que se trabó en batalla con los Secesionistas de Badab (aunque se puede argumentar que, hasta el Edicto Legatino contra Huron y sus aliados, ambos lados estaban enfrentándose en un conflicto no declarado), rápidamente se encontraron haciendo frente a una fuerza de tropas igualmente poderosas, pero numéricamente superiores. Sin la ventaja de su enorme flota, su furia innata y la ayuda de las tropas Khartanas, probablemente hubieran sido rápidamente aniquilados antes de que llegaran los refuerzos de los Marines Errantes. Aun así, las bajas en los primeros años del conflicto fueron todavía elevadas, especialmente en las naves de guerra, siendo la Raptorus Rex la única superviviente de todos los navíos de línea del Capítulo.

De esta manera, se estima que, en el tercer año de guerra, las bajas ya habían reducido las fuerzas efectivas del Capítulo a un 22%, y Lazaerek se vio obligado a ceder ante la presión del mando leal y retirar sus fuerzas supervivientes de la línea del frente antes de que se pusiera en peligro la propia existencia del Capítulo (o tal vez temiendo la intervención de la Inquisición). Los vapuleados Halcones de Fuego fueron trasladados a la retaguardia hasta prácticamente el final de la campaña. En los últimos años de la guerra, Lazaerek consiguió que su Capítulo se involucrara de nuevo en la lucha, y la fortaleza Raptorus Rex, que era la nave de guerra más poderosa en la Zona del Torbellino, se empleó como eje del bloqueo de Angstrom.

Apéndice: Gran Maestre Lazaerek.

Merece la pena dejar constancia en este registro de la historia del Caballero Comandante Stibor Lazaerek, Gran Maestre de los Halcones de Fuego durante la Guerra de Badab. Al principio del conflicto, Lazaerek tenía más de seis siglos de edad y una salud delicada debido a las numerosas heridas de guerra acumuladas a lo largo de su carrera. Era una figura que despertaba cierta controversia entre sus iguales, considerado por las autoridades imperiales como un individuo amargado y orgulloso, aunque indudablemente, un competente general cuyo valor personal nadie cuestiona.

Los datos sugieren que, durante su mandato, dirigió al Capítulo en varias disputas con otros comandantes imperiales y señores Astartes, y es notoriamente conocido su rencor preexistente contra los Garras Astrales. La causa de esta rencilla se remonta a las batallas contra la infestación del Caos en el Racimo Lycanthos casi un siglo antes del conflicto de Badab. En aquel entonces, Huron acababa de ser aclamado líder de la campaña de Lycanthos por los demás comandantes Marines Espaciales, por encima de Lazaerek, quien era más veterano, generando malestar entre los Halcones de Fuego.

Se cree que esta rencilla entre los dos Señores de Capítulo fue un factor decisivo para que los Halcones de Fuego se involucraran en las etapas finales del Cisma de Badab, convirtiéndolo en una guerra en toda regla.

Apéndice: Tradiciones Marciales de los Halcones de Fuego.

Como Capítulo, los Halcones de Fuego han ganado gran renombre por destacar en la destreza individual en combate y por el orgullo marcial de sus guerreros. Se incentivan los duelos con espadas tradicionales y con hierros candentes entre sus filas cuando no se encuentran en campaña, tanto por honor como para solucionar agravios entre los hermanos de batalla, llegándose en ocasiones a luchar a muerte.

Se cree que esta tradición tiene su origen en las castas guerreras del primer mundo natal, Zhoros, y ha sido preservado deliberadamente por el Capítulo y dirigido por los Capellanes. Tradicionalmente también se añaden títulos heráldicos feudales a la nomenclatura de la cadena de mando de los Halcones de Fuego.

Estos títulos se conceden por el Gran Maestre del Capítulo como reconocimiento por actos de valentía y destreza con las armas por parte de Marines Espaciales individuales (dando lugar así a títulos como Caballero-Capitán, Sargento-Preceptor, etc., siendo muy comunes entre ellos). Sin el reconocimiento y consecución de la gloria personal de esta manera, la promoción dentro del Capítulo no es posible.

TRASFONDO ACTUAL

El principio del fin para el Capítulo estaba en el 963.M41 cuando se solicita para combatir en el Sistema Piraneus en los Mundos Crow's, para hacer frente a los piratas Eldar. La fortaleza-monasterio del Capítulo y cinco naves de escolta saltó a la disformidad en lo que deberían haber sido 120 años de luz y 12 horas de viaje a los Mundos de Crow's; Sin enbargo ellos nunca llegarón.

Veintiocho mil almas se perdieron en la disformidad, mas del 80% del capitulo desapareció. En el 983.M41 el Capítulo fue declarado perdido en la disformidad y destruido, segun se dice en la Campana de las Almas dentro Palacio Imperial en Terra, una vela fue encendida en la Capilla de los Héroes Caídos por este desgraciado incidente.

En 989.M41 Un Crucero Astartes aparecio desde el lado Oriental de la Galáxia, la radiodifusión de códigos Imperiales fue reconocido en todas las frecuencias. El crucero fue interceptado por la flota Cruzada de los Templario Negros, que determinó que el pecio semi destruido, y no existian vida a excepción de 37 Astartes, todos cerca de la muerte por desnutrición extrema y una ecléctica mezcla de las lesiones. Estos 37 guerreros se identificaron como sobrevivientes Halcones de Fuego.

Los Templarios Negros recibieron la orden de escoltar a los sobrevivientes y al pecio, a Terra para ser interrogados por agentes de la Inquisición. interrogatorio combinado por parte Ordo de la Hereticus y el Ordo Malleus , se cercioraronde que los supervivientes Halcones de Fuego no sabían nada de la existencia de la Legión de los condenados que habían sido vinculados a otros sobrevivientes del capítulo. Después de 3 años de interrogatorios, los sobrevivientes fueron declarados aptos para el servicio y fueron sus juramentos de lealtad reconstituidos frente al trono dorado del Emperador.

Los Halcones de Fuego Capítulo se creen a salvo del terrible destino de sus hermanos en la Legión de los condenados por la voluntad del emperador, y sienten que deben ganar el honor con que han sido otorgados. El Capítulo ha jurado llevar sólo símbolos de la muerte y se encuentran en penitencia hasta lograr recuperar el honor de sus hermanos caidos.

Hacen esto en parte porque creen que no han cumplido con su deber y en parte en honor de sus hermanos muertos. Bajo el mando del capítulo Maestro Tiberious Vallarn, el capítulo se ha comprometido a una cruzada de venganza para descubrir el misterio del destino de sus hermanos.
Han jurado que hasta que puedan encontrar la verdad sobre sus hermanos y recuperar las reliquias de su capítulo, han jurado que no volverán a vestir los colores de honor de los Halcones de Fuego.

Para permitir el exito de su cruzada el capítulo ha vuelto a basarse en sus origines han vuelto a crear su flota, y actualmente está compuesta por sólo unos 90 Astartes, ya que están en proceso lento de la reconstrucción.

Se han establecido con varios mundos de reclutamiento en el Imperio, incluyendo planetas en la región de Ultramar y Terra en sí, sin embargo, incluso con este programa de reclutamiento activo, la entrada de los neófitos es lento.

En lo que respecta a la Legión de los condenados, todo lo que se sabe está en manos de la Administratum en la Tierra y por los Halcones de Fuego sí mismos. Se ha confirmado que son, o una vez fueron, los Halcones de Fuego que le hizo saltar la disformidad en 963.M41, sus habilidades aparentemente sobrenaturales y sus misteriosas intervenciones en nombre de las asediadas fuerzas imperiales siguen exactamente siendo eso, un misterio.

Hasta la fecha, se han recuperado un número de elementos en relación con la Legión de los condenados, dos ataúdes con los muertos dentro de los marines espaciales, en un avanzado estado de descomposición. Su armadura y números de serie coinciden con las de los equipos creados originalmente al Capítulo Halcones de Fuego. El equipo fue identificado como el de dos grandes héroes capítulo, el Maestro del Capitulo Eneas Mortis y el Canpeon del capitulo Tecton.

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